fotografía y video

Empujados por la tecnología y el desconcierto, los fotógrafos están

recolectando imágenes en movimiento con modernas cámaras

fotográficas y están realizando pequeñas historias de eventos que

jamás intentaron contar con imágenes fijas. Los programas de

edición disimulan la incoherencia del relato original y el espacio

que ofrecen las páginas Web convierten a estos intentos, por

atrapar un nuevo lenguaje, en pequeñas "obras" que se saltean

toda la formación académica que requiere la intención. Mis

colegas fotógrafos buscan en el video lo que no pudieron o no

supieron encontrar con la fotografía, sin embargo la gente que

visita los diarios digitales prefiere mirar fotos en una

proporción de 7 a 1 con respecto a la intención de mirar videos.

Los Diarios cubren esa necesidad con fotos que se realizan en

otros lugares del mundo, porque aquí, no se produce nada.

Hoy tenemos fotógrafos mas preocupados por las bondades

estéticas del slow motion que en profundizar su formación

periodística. La actual tendencia de los fotógrafos que

trabajan en Diarios o revistas no es la de estudiar periodismo,

están interesados en aprender a manejar programas de edición

de video, programas de retoque digital y manejo de cámaras

fotográficas que filmen en HD. Todo lo anterior suma para

comprobar que la mala calidad de la fotografía local que se

publica es producto del desconcierto en que viven los

fotógrafos con respecto a su profesión y su formación

profesional. Mientras los cronistas con inquietudes miran

con respeto y como ejemplos a periodistas como Leila

Guerriero, por nombrar una de aquí, o como Gay Talese,

por nombrar a uno de allá, algunos de nuestros fotógrafos

intentan emular a Spike Lee, que nunca fue fotógrafo.