El 26/4/1986, se produce en Chernobyl el accidente nuclear más
grave de la historia, ese día durante una prueba de seguridad
un súbito aumento de la potencia de uno de los reactores de esa
central atómica, ubicada al norte de Ucrania, dispara la tragedia.
El recalentamiento del núcleo del reactor provoca la explosión
del hidrogeno acumulado en su interior. Igor Kostin es el único
fotógrafo que el mismo día de la explosión tomó fotos del reactor
siniestrado y de las labores de los denominados "liquidadores"
quienes tenían la misión de sellar definitivamente el reactor para
evitar la continua fuga de material radioactivo al exterior. Los
"liquidadores" ataviados con precarios elementos de protección
se expusieron a radiación atómica severa y el 50% de ellos ya
ha fallecido, el resto presenta daños irreversibles en su salud.
Igor Kostin siguió fotografiando las consecuencias del desastre
durante más de 20 años, pagando el precio de alojar en su
cuerpo índices de radioactividad que lo han obligado a recibir
asistencia médica en reiteradas oportunidades.
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