Allende y la fotografía

Esta semana Salvador Allende hubiera cumplido 100 años, el hombre que cuando fue presidente hizo posible que los pobres salieran en la foto de un país llamado Chile. El político que decidió enfocar a los feos, a los pobres, a los olvidados y darles un lugar en la historia, incluirlos en el álbum de un país que hasta entonces no los consideraba para nada. Mil días duró la experiencia, mil días y luego la muerte, el exilio, el dolor y la traición. Ayer le rindieron un homenaje en el monumento que lo recuerda justo enfrente del edificio de donde lo sacaron muerto el 11 de septiembre de 1973, allí el Secretario General del Partido Socialista de Chile, trataba de hablar de Allende mientras el público que asistía al acto lo puteaba. A unos pasos, Michelle Bachelet se escondía en su Despacho Presidencial y se ausentaba del acto, por temor a que los estudiantes y los docentes que a diario son apaleados por la policía por oponerse a la nueva ley de educación, la trataran peor que al máximo dirigente del partido en el que Allende militó toda su vida. La foto del chile de hoy no incluye a las mayorías y como bien dijo Ana González, familiar de 4 detenidos desaparecidos durante la dictadura de Pinochet ; "no tener una foto de la familia, es como no formar parte de la historia de la humanidad". Por ese motivo la gente en Chile putea a sus dirigentes, muchos, muchísimos, millones, quieren salir en la foto, no quieren quedar otra vez fuera de la historia. (la fotografía que antecede a estas líneas pertenece al fotógrafo y gran amigo chileno, Alvaro Hoppe)