viernes, 11 de enero de 2008

Fotoperiodismo Argentino,balance 2007

Se terminó el año y la fotografía periodística en Argentina, sigue sumando decepciones. Como no podía ser de otra forma el período que finalizó, nos dejó igual o peor que el año anterior. Ningún jefe, ni ningún fotógrafo levantaron sus copas para brindar por los éxitos logrados, tampoco nadie mencionó los fracasos. Que sin duda han sido muchos, y están marcando la calidad de la oferta fotográfica en los medios. Un dato al pasar, en la cobertura del cambio presidencial, de ocho diarios que se publican en la Capital Federal, solo 3 publicaron en sus tapas fotografías propias de la ceremonia, ¿casualidad o síntoma?.Un dato más, el Diario Clarín, la Editorial Perfil, el Diario Río Negro y otros medios electrónicos de menor envergadura, roban fotos, cuando no las tienen y no saben cómo conseguirlas. Si observamos lo que se publica de la actividad presidencial en Casa de Gobierno, descubriremos que lo único que les está permitido registrar a quienes cubren la actividad oficial del Presidente/a, es : dos, tres o más personajes sentados alrededor de una mesa, en sitios con iluminaciones atroces y con apenas minutos para realizar la cobertura. Las fotos distintas sobre la actividad oficial, son todas del equipo de fotógrafos de presidencia de la nación y son publicadas por todos los medios, ya sean estos opositores o complacientes con el poder. Hasta hoy nadie se quejó por esto, ni los editores, ni las asociaciones profesionales. Ningún diario o revista, acepta qué un gobierno le dicte que escribir (por lo menos públicamente), pero si aceptan todos qué fotografías publicar, como si las fotos fueran neutras, como si las fotos no tuvieran lectura. El gobierno se reserva para sí, que mostrar y que esconder y aquí está visto como algo normal. Los Reporteros Gráficos por estatuto deben trabajar 6 horas, esta conquista se respeta en contadas redacciones. Los sueldos son de miseria y por lo general los equipos provistos por las empresas no son los adecuados. Los pasantes, los colaboradores permanentes y otros subterfugios legales, degradan aún más los sueldos y las condiciones laborales. La edición en los medios vive un momento muy difícil, por distintas razones se ha separado a los mas capaces y se ha entronizado a mediocres "pega fotos", que nada cuestionan y han logrado que los periodistas terminen decidiendo con que fotografía ilustrar su propio texto. Para el final hemos dejado a los jefes, esos antiguos fotógrafos que hoy amparados en su poder se abalanzan sobre los viajes al exterior, promocionan sus actividades privadas; libros, cursos, amistades, muestras, charlas, que los ubican en el lugar de vacas sagradas de la actividad, algunos de ellos con sinceridad brutal han llegado a escribir que se sienten "pigmeos de la fotografía" y para ser francos debemos reconocerles que por esta véz, tienen razón.

No hay comentarios.: